Los primeros años en la educación de los niños resultan fundamentales para el resto de sus vidas porque descubren e interiorizan todo aquello que les ayudará a construir su futuro.

Es la cantidad y la calidad de los estímulos que reciban lo que determinará el desarrollo de su crecimiento y organización neurológicos, teniendo en cuenta su enorme potencial a edades tempranas.

El descubrimiento de uno mismo y de los demás, sienta las bases de la socialización. Y el modo de situarse ante ese pequeño mundo que se abre para ellos en el aula determinará su aprendizaje.

En los seis primeros años de vida, el ser humano construye las bases de su autoestima y desarrolla confianza, seguridad, autonomía e iniciativa en su relación con los demás y con la cultura a la que pertenece.

Conscientes de ello en Corazón de María, llevamos muchos años aplicando técnicas de Estimulación Temprana, porque entendemos que es fundamental situarse en el mundo de un modo concreto y recibiendo los estímulos adecuados para desarrollar una buena organización neurológica y emocional. Creemos que todo niño tiene dentro un enorme potencial que hay que ayudarle a descubrir, para que pueda llegar a la plena realización personal.

Las metodologías de estimulación temprana que se utilizan en Corazón de María están encaminadas también a abrir la mente fonológica y auditivamente a la asimilación de otro idioma y de la música como base de su desarrollo interior e intelectual.