Un grupo cada vez más numeroso de padres y madres se reúne este viernes en torno a los Boomwhakers, los divertidos tubos de colores capaces de ofrecer un verdadero espectáculo musical de percusión mediante la creación y combinación de diferentes ritmos.
La actividad, que comenzó el pasado mes de marzo, es ya toda una experiencia para los participantes que han encontrado en ella una válvula de escape para liberar las tensiones de la semana, una fórmula divertida de encuentro con otros padres y educadores y, sobre todo, una plataforma de creatividad musical y expresividad artística que refuerza el sentimiento de grupo.
La técnica es tan sencilla que todo el mundo puede participar. Se trata de experimentar e ir creando patrones rítmicos a través de estos tubos huecos y ligeros. Son además de distintos colores, dependiendo del tono musical que producen al golpearse entre sí, en el suelo, en el cuerpo humano o en cualquier superficie. Esa característica, unida a su vistosidad, se traduce en la posibilidad de crear auténticas coreografías musicales y un divertido espectáculo del que pronto podremos disfrutar.